© Ernest Ruiz. 2009

Después de más de un año sin traer hasta estas páginas ningún articulo sobre equipos de alta fidelidad, a causa del exceso de trabajo en el que me encuentro envuelto desde hace ya un tiempo, es un verdadero placer para mi retormar mi actividad con las audiciones con este artículo acerca de los altavoces Verus Canor Aria. Como todos sabeis tengo un especial interés en hacer llegar hasta todos vosotros información sobre los equipos de alta fidelidad que se fabrican en nuestro país. A lo largo de unos años me he centrado casi exclusivamente en mostrar amplificadores a válvulas fabricados artesanalmente por especialistas que nos brindan equipos de excelente calidad constructiva, sonora y precio. Pero esta vez os presento unos altavoces, como ya he dicho el modelo Aria fabricado por el especialista español Verus Canor. Además en esta ocasión, este fabricante y sus realizaciones no son desconocidas para muchos de vosotros. Los dos responsables de la marca, Angel Martínez y Francisco Moya, llevan ya varios años en el mundo de la alta fidelidad, trabajando para crear y hacer llegar a los aficionados excelentes altavoces como los que en este artículo presentaremos.

La empresa Verus Canor se creó en el año 2000 como resultado de la confluencia de intereses de Angel y Francisco por crear altavoces de alta calidad que pudieran competir al mismo nivel que las realizaciones comeciales ya conocidas y apreciadas por los aficionados a nivel mundial. La propuesta para realizar la audición que a continuación pasaremos a comentar surgió por iniciativa del representante de Verus Canor en el norte de España, la empresa Broker Audio. Su responsable, Blas Oliva, contactó conmigo para proponerme la escucha de las Aria y tanto a él, como a Angel y Paco, debo agradecerles la iniciativa que tomaron al contactar conmigo y hacerme conocer y disfrutar de primera mano de estos excelente altavoces. Sin más preámbulos pasemos a hablar de lo que he podido oir estas ultimas semanas.

Las Verus Canor Aria son unos altavoces de 2 vias con bass reflex trasero con una sensibilidad de 88db/2.83v/1m y una impedancia de 8 ohmnios. Montan un cono Morel MDT32S de 28mm para los agudos y un cono AudioTechnology de 180mm para los graves. El resto de los componentes son de excelente calidad y podeis conocerlos al detalle descargando el archivo PDF donde se muestran pormenorizadamente estos y otros aspectos de los Aria o visitando la web del fabricante, en concreto la sección fabricación.

Uno de los aspectos principales que cabe destacar especialmente en las Aria es, sin lugar a dudas, su construcción y acabado. El nivel de calidad constructiva es muy alto y éste punto sobresale de entre otros cuando se observan por primera vez. Los altavoces estan construidos en DM de alto grosor y en su interior existen diversos refuerzos del mismo material concebidos con el objetivo de obtener un recinto extraordinariamente rígido y pesado y, por lo tanto, tan inmune como sea posible a las vibraciones. Exteriormente los Aria presentan un aspecto muy agradable ya que los laterales estan recubiertos con paneles de madera barnizada, mientras que el frontal tiene un acabado negro satinado y la parte posterior un acabado negro mate. El proceso de fabricación de este recinto combina muy bien el uso de sofisticada maquinaria para el trabajo de la madera con los procesos artesanales de ensamblado y acabado que lleva a cabo Angel Martínez en su taller. Como os decia, a primera vista las Aria no tienen absolutamente nada que envidiar a realizaciones más conocidas en el mundo de la alta fidelidad por lo que podemos afirmar, sin temor a exagerar, que estos altavoces pueden competir en construcción y acabado con cualquiera de los podríamos encontrar en los canales de distribución habituales. Este es un aspecto que, como es habitual en mis comentarios desearia destacar especialmente. Ante realizaciones como la que nos ocupa siempre me surge la pregunta acerca de porque en este país tenemos la curiosa obsesión por ignorar los productos de alta fidelidad que fabricamos aquí, mientras quedamos prendados de productos similares fabricados más allá de nuestras fronteras. Sin menospreciar a estos últimos, deberiamos ser conscientes que en el estado español se fabrican productos excelentes que, misteriosamente (o no tanto) se ignoran por sistema. ¿Haría lo mismo un italiano con unas Sonus Faber o un danés con los equipos de Dynaudio o Gryphon o un inglés con cualquiera de las marcas que aún les quedan? Yo diria que no. Quizás uno de los problemas que tenemos es que preferimos crear a pies juntillas lo que nos dicen los expertos de otros paises en lugar de desarrollar nuestro propio conocimiento escuchando y viendo equipos para aprender lo suficiente para ser autónomos. Un elemento para la reflexión.

Si nos centramos en el aspecto más importante de este articulo, la audición propiamente dicha, en primer lugar debemos mencionar el equipo con que se han combinado las Aria. Para esta ocasión se ha usado un equipo Audiolab formado por un previo Audiolab 8000C, dos etapas de potencia monofónicas Audiolab 8000MX, un conversor Audiolab 8000 DAX y un CD Teac VRDS10SE. El cableado de los equipo es Cardas Microtwin 300B y el de los altavoces Straigth Wire Flex 4". Antes de empezar a comentar lo oido, debo confesar que la primera toma de contacto con las Aria, aunque brevisima, no ha sido la que os comentaré a continuación sino la que realizé en casa de Angel Martínez (por cierto, junto con el modelo Liceo. Menudos altavoces!!) y en dicha audición ya avanzaron algunas de sus cualidades.

En primer lugar lo primero que llamó mi atención ya en la audición formal fué el excelente tono de los altavoces, muy agradable, con una gran localización de los instrumentos, incluso cuando se daban pasajes con mucha música en los cuales no se perdía nada. Su sonido me resultó muy agradable y nada extraño, diría que hasta familiar, com si los hubiera estado escuchando toda la vida. En cada una de las piezas escogidas para la audición podía escuchar exactamente aquello que esperaba escuchar, aquel pasaje, aquella nota que esperas y, zás!, aparece tal y como la recordabas, con el mismo timbre e intensidad. Después de advertir esta cualidad, me centré en escuchar algunas de las piezas habituales de mi selección. En primer lugar el "Solo de Bateria" de Juan de Encina interpretado por Barry Hayward Consort. En la escucha de esta pieza se podía observar una gran espacialidad y la reproducción de los ecos del lugar de grabación así como una reproducción del sonido de los timbales de la bateria seco y controlado, nada molesto, ni hinchado, ni excesivamente largo o sin control. La siguiente pieza fué el "Otoño-Allegro" de las 4 estaciones de Vivaldi interpretado por Sonatori de la Gioiosa Marca con Giuliano Carmignola al violin. Lo unico que puedo decir es, que bonito!. Como toca este grupo y que bien hace sus interpretaciones de música clásica italiana y en los Aria la pieza sonaba fenomenal. A continuación la canción "Grandmother" de Rebecca Pidgeon donde pude apreciar por primera vez la excelente reproducción que de las voces hacían los altavoces. La voz de Pidgeon sonaba muy bien, muy clara, siempre audible entre el resto de instrumentos, nada sibilante. Con "Le temps passé" de Michel Jonasz la voz volvió a revelarse muy bien, los graves con extensión más que suficiente y muy controlados. En "One man, one woman" de Siedah Garret los graves muy buenos, incluso notándolos en mi pecho con intensidad.

Después de esta primera audición mis sensaciones eran muy buenas. En un recinto relativamente reducido (se trata de un altavoz de tipo estanteria) lo que estaba oyendo cumplía las espectativas con suficiencia. Buen tono, voces muy agradables, buenos graves para el volumen de la caja. Dos dias después de esta primera audición volví a escuchar los altavoces. Seleccioné para esta ocasión musica más convencional. En primer lugar Nnenna Freelon con las grabaciones de su disco "Blueprint of a Lady: Sketches of Billie Holiday". En primer lugar con "I didn't know what time it was" la voz de la interprete sonaba excelente, perfectamente localizada entre el resto de instrumentos y muy clara. Para mi sorpresa en la escucha de esta canción tuve la sensación de unos graves algo gordos, cuando en mi primer contacto me parecieron buenos. Por este motivo probé a bloquear los puertos bass reflex de los altavoces, pero el resultado no fué lo satisfactorio que esperaba y volví a dejar los altavoces en su configuración original. De este modo decidí continuar con la audición y seleccione la pieza "God bless the child" del mismo disco ya mencionado. En ella la voz de Freelon volvía a estar muy bien reproducida y localizada. De hecho sonoba extremadamente agradable. Después de un rato dándole vueltas a Freelon probé con Madeleine Peyroux y la canción "River" de su disco "Half the perfect world". La voz de la cantante americana volvia a ser muy buena, con cuerpo y presencia y los graves esta vez sonaban normales. Cambiando a "Dear Mr. Sinatra" de John Pizzarelli y The Clayton-Hamilton Orchestra (¿ya os he dicho lo buena que es esta orquesta?) los resultados también fueron muy buenos. En "Ring a ding-ding" se percibia perfectamente cada instrumento y la voz y guitarra de Pizzarelli entre todos ellos. La sección de viento del combo no molestaba en absoluto, ni resultaba estridente. En el disco de Pizzarelli con George Shearing la canción "Lemon twist" también sono estupendamente con ese vibráfono que parece al principio sutil y suave. Después volvi a Freelon y los graves no me parecieron tan gordos con lo cual supuse que mi apreciación a este respecto estava equivocada. Como podeis observar una audición es una experiencia sorprendente y cambiante. En mi caso soy consciente que no siempre oigo lo mismo en unas aparentes mismas condiciones: a unas horas escucho de una manera y a otras de otra forma, al cabo de un tiempo de estar escuchando un equipo "escucho mejor", si la audición se alarga mucho (más de 2 horas) me canso. Creo que precisamente estos aspectos son los que hacen que escuchar música pueda ser algo revelador e interesante.

Las siguientes audiciones en los dias que siguieron, continuaron mostrando que los Verus Canor Aria son unos altavoces muy buenos que deberian formar parte de las lista de deseos de muchos aficionados que buscan un producto muy bien elaborado y que ofrezca un gran sonido. En todas las piezas que escuché los siguientes dias, las Aria manifestaron sus bondades ya descritas y confirmaron mi impresión que ellas pueden competir al mismo nivel que otros altavoces fabricados en otros paises y que, como indicabamos, se conocen más ampliamente en los circulos de la alta fidelidad. Debe resaltar un aspecto para finalizar esta descripción acerca de mi audición de las Verus Canor y que se refiere a lo que sucedió al volver a conectar mis altavoces habituales al equipo, unos Monitor Audio Studio 20 SEC. De repente y por primera vez advertí que quizás el agudo de estos Monitor Audio estaba algo subido en comparación con lo que estaba oyendo los últimos días. Al volver a conectarlos la primera nota que sonó me pareció algo estridente, aunque después dejo de serlo. ¿Un engaño de mis sentidos o una muestra de lo bien resueltos y equilibrados que suenan los Aria?.

Finalmente un último consejo. Si podeis, intentad ver y oir los altavoces que fabrica Verus Canor. Creo que merece la pena ser conscientes que los mismos no tienen nada que envidiar a lo que se fabrica más allá de nuestras fronteras y el esfuerzo de desplazarse a realizar una audición o solicitar unas unidades de prueba bien valdrá el tiempo invertido. Aplicad esta recomendación a cualquier compra de un equipo hifi que vayais a hacer, porque de ese pequeño esfuerzo dependerá que disfruteis o padezcais un equipo de alta fidelidad. Quizás prefirais seguir la corriente mayoritaria, la que implica comprar sin oir, la que basa sus elecciones en lo leido en la red o en las revistas especializdas. O quizás prefirais dedicar algunos esfuerzos a aprender a escuchar y decidir lo que más os interese, a descubrir cosas nuevas como las Aria quizás que aunque no sean productos ampliamente conocidos, nos ofrecen una calidad a todas luces demostrable y nos auguran grandes satisfacciones en la audición musical. Gracias a Angel Martínez y Francisco Moya por fabricar estos altavoces y a Blas Oliva por haber facilitado esta audición.